LA FIEBRE DEL BALONCESTO
Hay partidos más calientes que otros. Pero el termómetro del Rusia 75 -Brasil 74 jugado hoy alcanzó niveles considerables. Tanto, que el brasileño Tiago Splitter estimó necesario hacer la más casera de las mediciones para calibrar la temperatura corporal del ruso Timofey Mozgov. Que para hacerlo haya tenido que saltar tanto lo explican los 2,16 metros de altura del pívot ruso.
No tenemos noticias del estado febril de Mozgov. En todo caso, no le afectó a su mano: fue el segundo máximo anotador de su equipo con 18 puntos.