O NOVO REDENTOR
Arthur Nabarrete Zanetti no tiene, todavía, una estatua gigante en lo alto del Corcovado carioca, entre otras cosas porque es paulista, pero todo es cuestión de tiempo. Ya se ocupará alguien de perpetuar su figura realizando un «Cristo» perfecto el día que este brasileño logró la primera medalla para la gimnasia artística latinoamericana.
Nabarrete ganó la final de anillas, conquistó El Dorado y acabó con 112 años de sequía. Entró en la historia. Ya es, por derecho propio, O Novo Redentor.