El ministro Wert ha decidido animar el verano con su campaña en contra de lo que dice el Tribunal Supremo y a favor de la discriminación por sexo en los colegios.
El ministro Wert, tal vez sin darse cuenta, apoya una medida que contradice las leyes naturales, porque no existe discriminación alguna por sexo en ningún ámbito de ninguna especie. Tampoco en la humana.
El ministro Wert pervierte esas leyes. Ergo, el ministro Wert es, en el caso que nos ocupa, un pervertido.
¿Quién iba a imaginarlo justamente de alguien tan bien educado como el ministro Wert?