I.
– Sinceramente, no recordaba un verano con tanto calor desde hace muchísimo tiempo.
– Pues según me han contado habrá que acostumbrarse. Y a cosas peores también…
– ¿Cosas peores? ¿A qué se refiere?
– Me han llegado algunos estudios de científicos de Rusia, Alemania y Brasil que señalan la costa española como nuevo foco de desarrollo de enfermedades tropicales. Me refiero a malaria, dengue, leishmaniasis…
– ¿Y por qué aquí?
– Por las características del clima. En España había malaria hace mucho tiempo y se consiguió erradicarla. Pero con el aumento de las temperaturas y las condiciones de humedad parece que va a volver. Los estudios dicen que a partir de 2014 o 2015 empezará a aumentar el número de casos.
– ¿Y nuestra sanidad está preparada para enfrentarse a estas enfermedades?
– ¡¿Nuestra sanidad?! ¿Usted qué cree?…
(Las tardes de playa en la costa alicantina dan para conversar sobre los temas más variados).
– – – – – – – – – – – – –
II.
– ¡¿Qué te ha pasado en el brazo?!
– Lo vas a flipar… Me atacó una nube de mosquitos.
– ¿Estuviste en el Amazonas?
– Qué va… Fui a visitar a mi tía, que vive en San Martín de la Vega, en el sur de Madrid. Como la noche estaba agradable quité el aire acondicionado del coche para disfrutar del fresco, y de pronto se me vinieron encima miles de mosquitos. Cerré lo antes que pude, pero me acribillaron el brazo. Claro, después mi tía me contó. No sabes lo que es aquello… Se acumulan alrededor de las señales de tráfico como si fueran bolas. Una locura.
– ¿Pero de dónde salen tantos?
– Resulta que el pueblo está rodeado de maizales, y allí se practica el riego por inundación a principios del verano, por lo que en julio es todo un enorme pantano. Con el calor que ha hecho ya te puedes imaginar el resultado.
– ¿Y nadie hace nada?
– Parece que siempre se ha controlado el problema tirando de fumigación, pero como el Ayuntamiento tiene una deuda de nueve millones de euros, este año no tenían pasta y no fumigaron.
– Y los mosquitos se están haciendo un pic nic.
– Con decirte que hay gente que ya ni sale a regar las plantas de su jardín por miedo a las picaduras. Ya le dije a mi tía que hasta diciembre no me espere.
(El Madrid-Barça del miércoles permitió el reencuentro de amigos tras las vacaciones… y conocer hasta dónde llegan algunas limitaciones presupuestarias).