A poco de finalizar el primer tiempo del partido que ayer acabó con el triunfo por 2 a 0 del Barcelona sobre el Granada, una imagen me hizo ruido: Messi echándole una bronca monumental a Villa por no devolverle la pelota de primera. No es la primera vez que Leo Messi recrimina a un compañero de forma airada, ya lo había hecho en otras ocasiones con Tello y con el propio Villa.
No soy ingenuo, he jugado al fútbol (bastante) y sé que estas broncas son más habituales de lo que puede creerse, pero también sé que estas situaciones sólo generan problemas. En primer lugar, si los actores no son amigos, ya nunca lo serán; y en segundo término, el jugador que ha sido recriminado tendrá más inseguridad la próxima vez que tenga que decidir en una acción similar del juego.
Echo de menos al primer Messi, al que aún no se había consagrado como el mejor futbolista del mundo (aunque lo fuera y nadie lo supiera). Dirán que estoy loco, cómo puedo criticar al jugador que lleva anotados 63 goles en este 2012, pero el Messi que extraño es el que colaboraba más con el equipo, y desde luego, el que no recriminaba ante todo un Camp Nou (donde lo pueden ver unos “pocos” 90.000 espectadores) a un compañero que incluso está volviendo de una lesión grave, que lo tuvo inactivo durante 8 meses. Y que no es un compañero cualquiera, sino el goleador del último Mundial. De un líder espero otros gestos: apoyo al que se equivoca y fundamentalmente respaldo para quien decide no darle la pelota a él, porque todas las jugadas no pueden terminar en Messi, aunque el genial futbolista argentino no lo pueda creer.
No creo que a ese vestuario le haya agradado el cruce de palabras y gestos entre los cracks. Por eso, aunque el Barça haya ganado, el equipo ha perdido, porque esos momentos sólo generan tensión, y si bien se sabe que en cualquier grupo no son todos amigos, vigilantear* a un compañero es lo peor de un futbolista, lo hemos visto infinitas veces en otros jugadores. Por supuesto, ellos no han sido ni son ejemplos, pero Messi es admirado por millones de niños que deben imitarlo a regatear rivales, y no a recriminar compañeros sólo por saberse el mejor.
Ignacio Mosteirín
*Vigilantear: en la jerga de Buenos Aires significa denunciar ante la gente a una persona. Viene de la palabra vigilante, que es como se conoce al policía en los barrios porteños.
Te han capado el vídeo! Busca otro link, igual aún hay alguno. Me gusta la crítica, al fin sale a la luz el falso humilde. Que parece que para ser humilde basta con no hablar.
Gracias por el aviso. Ya está arreglado (por ahora).
Y en cuanto a la crítica, comparto lo que escribió Ignacio. Es más, cuando lo estaba viendo esperaba que al final de la primera parte Messi se acercar a Villa a disculparse. Al menos en el campo esa imagen no se vio, y es una pena.
No hay que exagerar. Creo que fue una calentura misma de los nervios del partido. Si ven la repetición hay medio segundo donde Villa puede descargar de primera, delante de los 3 defensas en la linea donde está entrando Messi donde sabemos que ahí normalmente manda la pelota pegada al palo del portero y lo hace. Es un gol clásico y son jugadas muy rápidas.
Todavía Villa es cierto que le falta ritmo y no está mal un llamado de atención. Quizás cuando tenés mil cámaras enfocando la cosa se agranda. Tampoco creo que los jugadores todos son amigos.
Más allá de eso que le haya puteado, los que jugamos al fútbol, aún gordos y pelados, aún niños y con granos, siempre nos puteamos y luego nos vamos a tomar un cafe o una coca-cola. Porque queremos ganar y nos gusta el tercer tiempo ¿no? La TV no llega al tercer tiempo.
Aparte… ahora que Messi habla ¿nos quejamos? Antes no decía ni media palabra y nos quejábamos también.