Sacudido por el viento, salpicado por el agua y barnizado de un gris homogéneo y tristón, el fin de semana arranca con aire melancólico por toda la Península.
Pero incluso en el más apagado de los días puede surgir de pronto el toque de color que nos saque de la monotonía.
Como en esta foto, solo es cuestión de buscarlo.