La suma de la robótica, la medicina y casi el milagro se llama
EXOESQUELETO, un complicado mecano hecho de aluminio y titanio que pesa alrededor de 30 kg y permite, nada menos, que una persona postrada
en una silla de ruedas pueda volver a caminar.
El ingenio lo fabrica una empresa de Berkeley, California, llamada Ekso Bionics, especializada en la investigación tecnológica para facilitar la rehabilitacion de quienes padecen limitaciones físicas.
El exoesqueleto, cuyo último modelo salió al mercado hace apenas dos meses, consiste en un par de correas mecánicas que van enlazadas a las piernas del usuario y conectadas a un ordenador situado sobre su espalda. Cuando la persona decide ponerlo en marcha, el ordenador asume el papel de «cerebro» y da las órdenes a las correas, que vienen a ser los «músculos». Así, entre ambos logran poner en pie y hacer caminar a alguien que, por ejemplo, haya sufrido una sección de la médula espinal, tal como pudo verse en el programa El Hormiguero en junio pasado.
El ingenio, por supuesto, no es barato: cuesta alrededor de 110.000 euros, y por el momento solo se utiliza en centros de rehabilitación, aunque está previsto que a medida que su evolución y distribución avancen, su precio irá disminuyendo, del mismo modo que desde el primer modelo hasta el actual ha ido bajando su peso y aumentando el tiempo de duración de la batería, que es de tres horas.
«Soñamos que nuestros exoesqueletos sean los vaqueros del futuro para la gente que está impedida de caminar», ha dicho alguna vez Russ Angold, uno de los fundadores de Ekso Bionics. Los primeros pasos, sin dudas, ya están dados.