El MEDE, el nuevo banco prestador de dinero de la UE es, al mismo tiempo, un órgano acumulador de poder. La unión bancaria y fiscal que se dibuja en el horizonte como la salvación para la crisis europea, no harán más que acrecentar esa acumulación: el poder cada vez en menos manos, cada vez más lejos de las decisiones de las sociedades.
La podríamos llamar «neo-democracia» y es la que practica la UE, y premia el Comité del Nobel de la Paz. Pero no es tan «neo». Este fragmento pertenece a la película Un rey en Nueva York, de Charles Chaplin, filmada en 1957, pocos años después que la unión de los países empezara a fraguarse.