Kai Fagerström, fotógrafo finlandés, nos enseñó que las viejas casas abandonadas pueden acoger una insospechada vida en su interior. Los inquilinos de su serie The House in the Woods (premiada con el Wildlife Photojournalist en 2010), son búhos, ardillas, roedores y tejones que ocupan espacios desvencijados y crean un hogar protector entre objetos que una vez fueron cristales relucientes, maderas lustrosas, azulejos impolutos…
Ahora, una de sus ardillas rojas es la protagonista del Premio Veolia Environnement Wildlife Photographer of the Year, en el apartado Vida urbana. La criatura del bosque nos mira desde el ático de una casa de campo en Suomusjärvi (Salo, Finlandia). ¿Qué nos querrá decir? Tal vez Kai Fagerström, tras quince años de trabajo, lo sabe y quiere transmitírnoslo: “Estoy fascinado por la forma en que la naturaleza reclama espacios que, esencialmente, sólo había cedido en préstamo a los seres humanos”, comenta.
Su trabajo, junto al resto de fotógrafos ganadores, se exhibe en la exposición que acoge el Museo de Historia Natural de Londres desde el 19 de octubre al 3 de marzo de 2013.
Beatriz Valdeón