No hay en toda España un diario con portada de aspecto más tradicional que el Heraldo de Huesca. A diferencia que todos los demás, apuesta por una noticia y la desarrolla a fondo, lo que da por resultado una apertura con mucho texto y fotos pequeñas, es decir, a contramano de las pautas más modernas de diseño, defensoras de imágenes impactantes y textos cortos y contundentes.

Como nadie está libre de prejuicios, admito que me cuesta detener la mirada en lo que ofrece. Ya sea porque los temas elegidos suelen ser muy locales, o por falta de costumbre, el revival que proponen los editores oscenses, y que remite a tiempos antiguos de la prensa escrita, me sugiere miradas conservadoras y tradicionales.

Pero la portada de hoy tira abajo los preconceptos. Porque salvo en días de manifestaciones multitudinarias, nadie, pero absolutamente nadie, dedica una portada entera a hablar del trabajo de movimientos sociales cercanos al 15M, Toma la Plaza o Asambleas Populares.

Nadie, salvo el Heraldo de Huesca, al que agradezco que hoy haya acabado con mis prejuicios.