Dice Javier Fernández-Lasquetty, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que las alternativas a su Plan de Sostenibilidad presentadas por la Asociación de Facultativos y Especialistas (AFEM) le produjo «decepción».
Dice la mesa sectorial formada por seis sindicatos, que esta mañana se reunió durante cuatro horas con los representantes de la Consejería, que el resultado es «decepcionante».
Dice la AFEM que no recibió de la Consejería ni una sola respuesta ni un solo dato que le sirviera para sustentar las alternativas.
Es evidente que la Comunidad de Madrid no quiere dialogar. Que no le interesan en lo más mínimo ni la opinión unánime del colectivo médico (no solo de la medicina pública, todas las sociedades médicas en general), ni las huelgas ni las manifestaciones más o menos multitudinarias. Que la imposición de sus formas y sus medidas ha entrado en otra etapa, en otra dinámica muy distinta y alejada de la democrática.
La respuesta, entonces, también deberá entrar necesariamente en otra etapa. Habrá que decidir cuál, pero una cosa queda clara: hoy más que nunca es imperiosa la implicación del grueso de la sociedad. Sin una participación activa y masiva de la población madrileña esta será una nueva causa perdida. Los médicos y sanitarios solos no pueden. Precisan ayuda. ¿Estamos dispuestos a ofrecérsela?