El mapa no es nuevo, ya que fue dado a conocer a finales de noviembre pasado. Ni tampoco demasiado diferente a una situación crónica que se mantiene relativamente estable desde hace varios años. Pero no deja de ser una oportunidad para contemplar con un solo golpe de vista las enormes diferencias de desarrollo entre distintas áreas del planeta.
Hablamos de la expectativa de vida al nacer en cada país, según los datos de 2012 que publicó la CIA. Lo que se aprecia lo corrobora el listado ofrecido a continuación, y lleva a una reflexión: de acuerdo a los estudios antropológicos, el ser humano tiene una vida media «natural» en torno a los 40-45 años. Todo lo que sea prolongarla guarda relación con los avances tecnológicos y científicos que se fueron logrando, y por supuesto, con las posibilidades económicas de disfrutarlos. Nos referimos a cuestiones de salud y medicinas, pero también de confort, agua potable, calefacción, protección ante fenómenos climatológicos y catástrofes, etc.
Volvamos a mirar ahora la zona central del África subsahariana y repasemos las cifras. Las distancias respecto a los países del Norte desarrollado es abismal, más de 30 años en algunos casos. Pero la diferencia respecto a aquella vida media marcada en los genes resulta casi insignificante en los países que ocupan los últimos lugares de la tabla.
Que después de todo el camino recorrido desde los comienzos de la civilización haya regiones enteras del mundo donde la vida se mantenga casi como al principio de los tiempos es, tal vez, la principal vergüenza a la que debemos enfrentarnos como especie dominante de este maltratado planeta.
La CIA, que se sepa, no ha emitido opinión ni admitido responsabilidad al respecto.
Reblogged this on Los blogs de Próspero Morán and commented:
Tan triste como real…