Pasados, aunque no del todo, los efectos del cónclave vaticano y la elección del Papa argentino, la mirada de los periódicos va volviendo lentamente a los problemas más cercanos y cotidianos, con la crisis y sus efectos en el primer plano de las cabeceras.

En ese sentido, hay dos portadas que esta mañana destacan en el kiosco. La primera pertenece al Diario de León, donde quedan expresadas con meridiana claridad las consecuencias de recortes y reformas. No de manera directa en la noticia ilustrada fotográficamente -un accidente trágico sin relación aparente con cuestiones económicas-, pero sí en el resto de titulares, que no necesitan de comentarios para dar cuenta de lo que está sucediendo, y que dan sentido a la citada foto: todo es un absoluto atropello.

La otra apertura pertenece a La Opinión de Málaga. Son varios los periódicos que dan como información principal la sentencia de la UE contraria a los desahucios, pero ninguno con la contundencia y el despliegue del rotativo malagueño. Bien es cierto que, tal como lo anuncian, parecería que el tema está solucionado, cuando no es así. Pero la manera de destacarlo ya da idea de la magnitud del asunto, es una manera de ejercer presión para que se logre una solución definitiva, y deja claro el nivel destructivo de las políticas que los europeos venimos padeciendo en los últimos años.

Es decir: un Stop, pero a medias…