I.
Economista afín al PP: – Hay que prepararse. En estos días estalla todo.Socorrista de la playa: – ¿Qué quiere decir con eso?
E.: – Que no falta mucho para que seamos rescatados con todas las letras.
S.: – Pero eso no puede ser bueno…
E.: – No queda más remedio. Hay que aceptar que tiene que ser así. Seremos una colonia alemana durante uno o dos años, hasta salir de este pozo.
(El economista volvió a sumergir su resignación. El socorrista quedó preguntándose si le habían dado una visión pesimista, por el rescate inevitable; u optimista, por limitar el carácter de «colonia alemana» a solo «uno o dos años», mientras le parecía ver que era España la que se hundía mar adentro…).
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II.
Farmacéutico 1: – ¿Sabe a qué tramo pertenece? ¿Cuál es su nivel de aportación en medicamentos?
Cliente: – ¿Perdón? No sé de qué me habla.
Farmacéutico 2: Es que ahora lo que aporta el cliente en cada medicamento con receta depende del nivel de renta. Puede ser el 40, el 50 o el 60%. Deme su DNI y lo consulto.
Cliente: ¡¿?!
Farmacéutico 1 (después de la pertinente consulta): Sigue pagando lo mismo que antes porque está usted en el tramo más bajo. Lamentablemente, porque eso significa que las cosas no van del todo bien…
Cliente: – Ehhh… gracias.
(Así funcionan las cosas en la España del rescate. El farmacéutico del barrio, la persona que atiende el teléfono y a saber cuánte gente más tienen acceso a los datos de renta de todo el mundo. El control se estrecha. Como para ir a pedir fiado…)