2013: el fútbol que nos espera

Arranca 2013, y eso renueva todas las expectativas. También en el mundo del fútbol, por supuesto. Aquí dejo algunas predicciones de lo que podemos esperar en los próximos doce meses, en España, Europa, Argentina y América en general. El 31 de diciembre las repasamos…

Predicciones generales de cumplimiento cuasi asegurado

Juventus vs. Parma - Serie A Tim 2012/2013– Barcelona, Juventus, Manchester United y Bayern Munich ganarán sin apremios las grandes Ligas europeas. El PSG se quedará con la francesa, renovando el discurso sobre el poder del dinero en el fútbol.
José Mourinho manejará con ambigüedad la posibilidad de marcharse del Real Madrid mientras se deja querer por clubes de Inglaterra e Italia.- Varios clubes españoles quedarán al borde mismo de la desaparición. Sus hinchas buscarán otro Carlos Slim que los salve a base de campañas en Twitter y demás redes sociales. No lo conseguirán y más de uno perderá la categoría en los despachos.
Cristiano Ronaldo manejará con ambigüedad la posibilidad de marcharse del Real Madrid mientras se deja querer por clubes de Inglaterra, Italia (y el PSG).
Carlos Bianchi, en Boca; y Ramón Díaz, en River, generarán enormes ilusiones en sus respectivas hinchadas, que empezarán a frustrarse a partir de la 10º fecha del torneo Final en la Argentina.
– Fiel a la tradición, a partir de febrero o marzo el Real Madrid empezará a «tocar» jugadores con contrato en vigencia con otros clubes para forzar su fichaje en el verano.
– Un equipo brasileño, el que mejor se encuentre durante el semestre, ganará la Copa Libertadores.
– Varios partidos del campeonato argentino no podrán terminar debido a disturbios en las tribunas. Los dirigentes y medios de comunicación dirán que así no se puede seguir. Todo seguirá igual.
– El Barcelona alcanzará la final de la Champions, pero será eliminado por el Real Madrid en la Copa del Rey que, consecuentemente, volverá a ser considerado un torneo de enorme importancia.
Jorge Mendes facturará este verano varios millones de euros debido al movimiento de los jugadores y entrenadores que representa.
– El fútbol del Barcelona seguirá siendo, con mucha diferencia, el más atractivo del mundo. En Madrid lo seguirán negando. Las defensas de los equipos ingleses seguirán siendo las peores del mundo. Y esto ya es innegable.
– En el partido de la segunda vuelta de la Liga, los hinchas del Atlético de Madrid sentirán que por fin habrá llegado el momento de derrotar al Real Madrid. El sentimiento durará hasta el minuto 30 de dicho partido.

Predicciones de probable cumplimiento

scolari– De la mano de Luiz Felipe Scolari, Brasil ganará la Copa de las Confederaciones. Los brasileños dirán que es un anticipo de lo que ocurrirá al año siguiente en el Mundial. Los demás recordarán que ninguna selección que ganó esta Copa fue después campeona mundial.
Independiente de Avellaneda luchará a los tumbos para evitar el primer descenso de categoría de su centenaria historia. Su hinchada provocará incidentes continuos y amenazarán a dirigentes y jugadores. El entrenador, Américo Gallego, no acabará su contrato.
Rafa Benítez anestesiará a los hinchas del Chelsea que no pueden verle ni en pintura. Simplemente, se dormirán mirando los partidos de su equipo.
– El Barcelona subirá desde la cantera al primer equipo un extremo y un centrocampista ofensivo que, en principio, parecerán mejores que todos los surgidos en los dos años precedentes.
– La Copa de África será seguida por atención desde Europa, donde juega la mayoría de los jugadores, pero los partidos serán cerrados, con muchos cuidados defensivos y se dirá que las selecciones están demasiado «europeizadas». Al final, el campeón se decidirá por penales después de un aburrido 0-0.
España ganará en París sin despeinarse el partido de las eliminatorias y clasificará para el Mundial 2014. Marcará Iniesta y se dirá que es injusto que no le den el Balón de Oro.
– Un vídeo descubrirá un chico de 10 años haciendo malabares con la pelota en algún lugar del planeta. Será bautizado como «el nuevo Messi».
– Surgirán noticias muy fiables que colocarán a Josep Guardiola como entrenador de cualquier club europeo fuerte que no haya ganado su Liga; o de cualquier selección que tenga problemas para clasificar al Mundial.
– Argentina, Colombia, Uruguay y Ecuador clasificarán por Sudamérica para el Mundial 2014. Chile jugará el repechaje contra una selección asiática… y sufrirá hasta el último segundo.
Diego Maradona hablará bien y mal de distintos personajes y situaciones del fútbol mundial. A veces, incluso, refiriéndose al mismo personaje y la misma situación.

Predicciones de muy difícil cumplimiento

– Cristiano Ronaldo declarará que Lionel Messi es sin dudas el mejor jugador de la historia del fútbol y que se siente orgulloso de compartir con él sus años de esplendor.
– Los árbitros españoles unificarán sus criterios, ya no entre todos ellos, sino cada uno con sí mismo y dentro del mismo partido.
mou_abrazo– La noche que el Real Madrid sea eliminado de la Champions, José Mourinho, Iker Casillas, Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo y Pepe se fundirán en un sentido abrazo en el centro del campo.
– Los árbitros europeos unificarán sus criterios, ya no entre todos ellos, sino cada uno con sí mismo y dentro del mismo partido.
– El portero titular del Atlético de Madrid, cualquiera que sea, vivirá la mejor noche de su carrera durante un partido contra el Real Madrid.
– El fútbol argentino entregará partidos vibrantes y bien jugados, tanto desde el punto de vista estético como técnico-táctico, y los jugadores surgidos de las divisiones inferiores demostrarán su amplio conocimiento del juego en cada acción en las que participen.
– Los árbitros argentinos unificarán sus criterios, ya no entre todos ellos, sino cada uno con sí mismo y dentro del mismo partido.
Ever Banega jugará una temporada completa sin sufrir ningún accidente absurdo. Juan Román Riquelme jugará una temporada completa.
– Los árbitros sudamericanos unificarán sus criterios, ya no entre todos ellos, sino cada uno con sí mismo y dentro del mismo partido.
– Ramón Díaz no hará chistes irónicos para demostrar que es más listo que el resto y Carlos Bianchi no hará reflexiones sesudas para demostrar que es superior al resto.
Marcelo Bielsa será sorprendido haciendo trampas; y Américo Gallego sorprenderá acertando con un cambio.
– Cristiano Ronaldo fichará por el PSG, y el choque de egos con Zlatan Ibrahimovic provocará un temblor de 7,6º en la escala Richter.
Iker Casillas parará cinco penales en la final de la Copa de las Confederaciones, y la FIFA le concederá de manera unánime el Balón de Oro. Lionel Messi no será invitado a la gala de entrega.

Anuncio publicitario

Barras bravas, la planta carnívora que todo lo destruye*

Hace algunos meses, el reportaje Barras Bravas, elaborado por el periodista Jon Sistiaga y emitido por Canal + sacó a la luz en España un fenómeno triste, peligroso y contaminante para cualquier sociedad, nacido en las entrañas del fútbol argentino y esparcido cual bomba de racimo por buena parte de Latinoamérica.

Uno de los protagonistas de ese programa, Richard Pavone, fornido individuo que se autoproclamaba líder de la barra brava de San Telmo, un club del equivalente a la Segunda B española, y disparaba tiros al aire con absoluta impunidad en medio de la calle una tarde cualquiera, acaba de ser detenido por la policía.

Richard Pavone

¿Qué ocurrió? ¿Algún hecho delictivo durante un partido del equipo del que supuestamente es capo de la hinchada? No. Anoche, el partido de Primera División entre Independiente y Belgrano debió ser suspendido antes de iniciarse el segundo tiempo, porque cuando Juan Carlos Olave, arquero de Belgrano, fue a ocupar su sitio frente a la grada donde se ubican los más radicales «hinchas» de los Rojos de Avellaneda, una bomba de estruendo (petardo de gran potencia) cayó a un metro de su humanidad, y varias más le sucedieron. El árbitro optó por no continuar el encuentro.

Javier Cantero, presidente de Independiente desde diciembre pasado, y único dirigente del fútbol argentino embarcado en una pelea desigual y casi quijotesca contra la barra argentina que más poder ha acumulado en los últimos años (su líder, Bebote, encabezó una operación monitoreada desde las cercanías del Gobierno nacional para llevar hinchas al Mundial de Sudáfrica 2010), pidió «presos» por lo ocurrido.

Y esta tarde, la Policía, que había sido avisada desde el propio club de que algo podía suceder anoche pero no hizo nada para prevenir la violencia, actuó contra Pavone, trabajador de la Municipalidad (Ayuntamiento) de Avellaneda, e hincha «doble» de San Telmo e Independiente. Pavone, aseguran, controlaba con un handy desde fuera del estadio el accionar de los portadores de las bombas. En su charla con Jon Sistiaga, Pavone explicaba exactamente cuál era el modus operandi «para obligar a suspender un partido y boicotear a los dirigentes de un club». Que fue exactamente lo que ocurrió durante el Independiente-Belgrano.

Las barras bravas son una lacra ya añeja en la Argentina. Sostenidas desde las cúpulas dirigenciales de los clubes y con profundas infiltraciones en la Policía, los Ayuntamientos y los ámbitos políticos en general, son una fuente de negocios para sus componentes y, sobre todo, de poder para quienes las integran y quienes las «bancan», dotándolas de fondos económicos, trabajos bien remunerados e impunidad policial y judicial.

Lo curioso del caso es que su crecimiento dentro de la estructura de un club suele llevar aparejado el desastre interno de la institución. Su presencia contamina e infecta cada célula de la entidad, en lo social, lo económico y lo deportivo. Pero una y otra vez, directivos que quieren controlar a la oposición u opositores que quieren acceder al poder recurren a «los barras» como órganos de difusión o de protección, y de esta manera se convierten en sus rehenes. La consecuencia de su accionar es casi lineal: a mayor poder de los violentos, mayor caos institucional. El paso siguiente es el descenso de categoría, algo más notable en los clubes «grandes», donde el pastel a repartir es más suculento; las peleas, más feroces y las caídas, más violentas.

Ya tenía una barra brava agresiva y peligrosa Racing cuando cayó a Segunda en 1983; la tiene Rosario Central, que lleva tres años en esa categoría; y también Huracán y Nueva Chicago, clubes más barriales pero de honda tradición y seguimiento masivo, que penan en medio de quiebras judiciales y falta de dinero, producto de pésimas gestiones. En todos los casos, las estrechas relaciones entre barras bravas y dirigentes corruptos profundizaron la caída, ya que la sola percepción de que estos individuos dominan un club echa a los socios e hinchas normales, espanta a jugadores y entrenadores, aleja a los patrocinadores y, en definitiva, vacía las arcas.

Aunque ninguna situación generó más estruendo que la vivida por River Plate, uno de los dos clubes más grandes del país, descendido hace dos temporadas, después de fomentar un vínculo exageradamente íntimo entre los capos de Los Borrachos del Tablón y la anterior directiva del club.

Independiente, uno de los dos únicos equipos argentinos que jamás descendieron a Segunda (el otro es Boca Juniors), es el siguiente. Sus pasos son casi calcados a los de River. Durante años, sucesivas dirigencias cultivaron con mimo la planta carnívora de los barras bravas y ahora no sabe cómo arrancarla.

Javier Cantero, presidente de Independiente

La única diferencia con respecto a River y demás clubes, la última tabla de salvación se llama Javier Cantero, el Quijote dispuesto a rescatar a su club, y a casi de todo el fútbol argentino, de una descomposición que lleva años de desarrollo.

Ojalá llegue a tiempo, pero su tarea no es sencilla. Delante no tiene molinos gigantes, sino asesinos como Richard Pavone, y toda una estructura mafiosa que lo ampara.

* Escribo esto como futbolero, como argentino y como apenado y dolido hincha de Independiente. Me encantaría, dentro de un tiempo, contar cómo Cantero logró expulsar a la barra brava y reconstruir un club económicamente en quiebra. Y no me importa en lo más mínimo si en ese proceso, y en aras de un futuro más sano, hay que pasar por la Segunda División. Me encantaría ser optimista. Pero la verdad, no puedo…