La economía nos mueve, nos preocupa, nos condiciona. Y también nos incomoda, porque no resulta fácil entenderla ni aprehenderla. Entonces le solemos dar la espalda y concluimos que no podemos hacer nada, que no queda más remedio que dejarse llevar por quienes supuestamente saben del tema.
Pero no hay que perder las esperanzas. En apenas dos días, las librerías españolas van a acoger un par de muestras concretas de que existen alternativas ante la deriva económica que está tomando nuestro mundo. Y en ambos casos, con explicaciones sencillas y accesibles para los no entendidos, que somos casi todos.
Hoy sale a la venta En deuda. Una historia alternativa de la Economía (Editorial Ariel Pública). Su autor es David Graeber, uno de los líderes del movimiento Occupy Wall Street, que habla fundamentalmente del concepto de deuda. Desde el principio de los tiempos, con los primeros imperios agrarios y sus sistemas de créditos, hasta la actualidad, cuando por primera vez nos encontramos ante una sociedad dividida entre deudores y acreedores. Graeber rompe con muchos tópicos, desmonta creencias y nos ofrece otra manera de ver y entender el capitalismo.
Y mañana, Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, presenta El precio de la desigualdad (Editorial Taurus), un estudio pormenorizado de las razones que conducen a un aumento creciente de las diferencias entre pobres y ricos. Pero también de sus consecuencias, desde la pérdida de cohesión social al incremento en los índices de criminalidad; y de las reformas que se podrían realizar para crear una sociedad más justa y equitativa, además de una economía más sólida y estable. El precio de la desigualdad desmitifica el libre mercado como esa panacea que venden muchos economistas del Poder –y su coro de adláteres en los medios de comunicación-, y revela cómo los Gobiernos de diferentes países promueven estas políticas que debilitan cada día los valores de la democracia y de la ley.
Dos ofertas tentadoras que sin dudas darán muchos argumentos a quienes sienten que mucho de lo que nos cuentan gobernantes y tertulianos es mentira, pero no saben cómo combatirlo y demostrarlo.
A partir de este finde ya será más fácil, simplemente hay que pasarse por una librería.