Alguna vez ya he tratado en esta sección el tema de la lectura de las estadísticas, un tema siempre sujeto a polémica, porque como las manos dentro del área, aunque parezca todo muy claro en definitiva queda sujeto a la libre interpretación de cada cual, ya sea un editor o un árbitro de fútbol.
Las cifras del paro son, en ese sentido, un ejemplo cabal de estos manejos. Ayer se conocieron las de marzo, y como hubo una leve bajada, es decir, mejoría, abundan las portadas al respecto. Pero es curioso ver los diferentes tratamientos.
Al margen de las variaciones que provocan los números en cada CC.AA., según haya habido subidas o bajadas, llama la atención el triunfalismo que derrochan algunas cabeceras ante datos tan modestos. Es el caso de El Norte de Castilla y, sobre todo, de La Tribuna de Albacete. Y creo que no hace falta aclarar que ambos siguen líneas muy cercanas a sus respectivos gobiernos locales.
Del otro lado, El Periódico de Aragón y El Día de Tenerife coinciden en poner el foco en otra variable, la cantidad creciente de personas desempleadas que no perciben ingresos. Y se me ocurre que es todo un acierto, porque es allí donde se encuentra el mayor drama social.
Aunque las cifras hablen de circunstanciales mejorías…