I.
– ¡No se puede creer! Para una vez al año que viajo, van los de Iberia y declaran una huelga, malditos sean…
– Hombre, entiendo que te fastidie, es una putada, ¿pero qué pueden hacer? Quieren echar como a 6.000 personas, ¿no? No lo van a aceptar de brazos cruzados.- ¿Y qué van a arreglar con la huelga? Lo único que hacen es perjudicar a los usuarios y hacer que la próxima vez compre los billetes en otra compañía. Mira, yo creo que cada uno tiene que buscarse la vida por tu cuenta. Si te echan, pues sales y buscas una salida. A mí nunca, ningún sindicato me aportó una solución.
– Por tu cuenta acabarás hundiéndote sin remedio. Te podrá ir bien en algún momento, pero cuando las cosas vienen mal lo mejor es unirse y pelear todos juntos.
– Yo no arreglo las cosas así. Y esto cansa… Huelgas por aquí, concentraciones por allá, me gustaría que alguien me dijese qué huelga resolvió algo.
– ¿Pero de verdad tú te crees que el mundo fue siempre así como lo conocemos ahora? ¿Que los de abajo hemos vivido siempre con estas cotas de cierto confort, con pagas extras, vacaciones pagas, seguridad social, educación gratuita…? No chaval, no. La Historia es muy diferente. Y si todo lo que ya había cuando tú naciste existe es porque en su día mucha gente hizo huelgas, manifestaciones y se enfrentó a los poderosos. A los pobres nadie nos regaló nada por pura genorosidad. Lo arrancamos a base de pelear todos juntos. Y ahora toca pelear para no perder lo conseguido. Allá tú si no quieres. Eso sí, espero que renuncies a disfrutar de lo que podamos salvar de este incendio. Como la cosa no va contigo…
(En la barra de un bar de Vallecas al veterano luchador le dieron pie… y demostró que sabe aprovechar las oportunidades)
– – – – – – – – – – – – –
II.
– ¿Te dije que no iba a pasar nada con el tema de la educación? Mucho blabla, mucha huelga de padres y al final todo sigue igual. Es mejor aceptar las cosas y no perder dinero en medidas que no tienen futuro.
– ¿Pero qué dices? No estoy nada de acuerdo ni creo que alguien haya supuesto que el Gobierno iba a dar marcha atrás con una huelga o dos. Lo importante en su momento era movilizarse y medir las fuerzas, pero las razones siguen allí. La «marea verde» no se ha acabado, te lo aseguro.
– A mí me parece que deberíamos aceptar todos el cambio de modelo. En Estados Unidos se estudia pagando, o pidiendo créditos, y nadie se queja. Aquí nos malacostumbramos a que todo era gratis. Pues eso se acabó. Ya está, ahora hay que pensar diferente, ponerse a trabajar y olvidarse de protestas que no llevan a ninguna parte y complican la vida a la gente.
– Mira, yo no quiero ser Estados Unidos. Solo quiero una buena educación para mis hijos, con profesionales suficientes, aulas con calefacción y ayudas a familias con pocos recursos. El sistema que tú dices solo lleva a que estudien los que tienen dinero y el resto se quede en el camino, sin posibilidades de progresar. Sigo pensando que hay partidas donde se puede recortar sin poner en peligro el futuro de nuestros hijos, y habrá que seguir machacando hasta que lo entiendan y cambien. O no votarles nunca más, ni a ellos ni a nadie que tenga argumentos parecidos. Y si alguien se perjudica durante unos días, pues qué le vamos a hacer. Peor será condenarnos a todos a la ignorancia de por vida, ¿no?
(Hay planteamientos que encienden los ánimos pero enfrían el té. En la coqueta cafetería de Toledo, la joven profesora no tuvo más remedio que pedir otro)