Podría pensarse que la búsqueda de la noticia más saliente de la jornada es lo primordial en el momento de montar una portada. Y es verdad… hasta cierto punto. Porque salvo días muy excepcionales, no suele haber unanimidad en la valoración. Entonces, se multiplican los temas y las miradas, y existen infinitas variantes que influyen en la decisión final.
Sin embargo, todos los editores coinciden en una cosa: tratan de destacar en el kiosco, de llamar la atención del lector e invitarle a comprar el diario. En ese sentido, el recurso de la foto grande suele no fallar, porque obliga a desviar la vista. Ahora bien, foto grande no es sinónimo de tema interesante, y es la conjunción de ambos la que desemboca en la mayor posibilidad de venta, dependiendo siempre de los gustos y aficiones de cada lector.
A mí, que no me fijo en la cuestión comercial sino en los aspectos formales y de fondo de las portadas, me caben las generales de la ley. Y hay portadas que logran el propósito de impactarme. Hoy, cosa rara, ocurre por duplicado. Es muy buena la foto que utiliza El Correo de Andalucía para informar sobre una acción solidaria del Banco de Alimentos. Y es espectacular la imagen que ofrece El Diario Montañés de la ballena muerta aparecida cerca de San Vicente de la Barquera.
En ambos casos, la pretensión de impactar se convierte en arte, y en arte bien resuelto.