Pocas intérpretes hay más interesantes que Lizz Wright dentro del género que podríamos denominar como «voces negras». No solo por la profundidad de su registro vocal, sino por su amplitud temática y libertad para elaborar su repertorio.
Hija de un pastor de Georgia, aprendió a cantar en los coros de gospel, y tuvo prohibido escuchar música popular hasta los 14 años. Pero su último trabajo, Fellowship, que presenta esta noche, demuestra que ha sabido recuperar el tiempo perdido. Si se está cerca de Bilbao, no habrá muchas recomendaciones mejores que ir a escucharla.
Lizz Wright. Teatro Campos Elíseos. Bertendona, 3. Bilbao. 20 horas.