Contra el dengue, bueno, barato y efectivo

Es económico, es sencillo, y al menos en otros países se está demostrando efectivo. La Fundación Oswaldo Cruz ha anunciado esta semana la puesta en marcha en Brasil de un programa para luchar contra el dengue, la infección viral más extendida del mundo, a través de un método inocuo para las personas y el medio ambiente.

Con más de 700.000 casos registrados en 2011, el dengue, una enfermedad que se contrae por la picadura del mosquito Aedes aegyptii, representa uno de los grandes problemas epidemiológicos del país sudamericano. Y su Ministerio de Salud lleva años instrumentado campañas de investigación y de prevención.

La última llega desde Australia, donde la Universidad de Monash ya ha probado con éxito (también en Indonesia y Camboya) un sistema basado en las propiedades de la bacteria Wolbachia pipientis, presente en el 70% de los insectos que habitan en el planeta. Este microorganismo, incapaz de infectar a los vertebrados, humanos incluidos, tiene la propiedad de actuar como una vacuna para el insecto, impidiendo que se multiplique el virus del dengue en su interior.

La técnica consiste en inyectar la Wolbachia en los huevos del Aedes aegyptii, ya que se ha demostrado que a partir de allí se incorpora a los tejidos del mosquito e incluso se transmite de generación en generación. Una vez que los transmisores del dengue están «vacunados», se procede a su liberación programada. Dicha capacidad de transmisión de padres a hijos hace que el método sea además autosustentable, ya que no son necesarias nuevas inyecciones, y por lo tanto, muy barato.

En Australia se ha constatado que actualmente casi la totalidad de la población de Aedes lleva incorporada la bacteria que lo inmuniza contra el virus, y se espera que funcione de manera semejante en un ambiente tan diferente como el brasileño, donde la relevancia de la enfermedad es mucho mayor.

Entre 50 y 100 millones de personas al año se ven afectadas por dengue en el mundo, con un 2,5% de casos mortales. Las pruebas de campo comenzarán en las cercanías de Río de Janeiro en 2014. El desafío para acabar con el dengue brasileño está en marcha.

Fuente: IPS

 

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