Dentro de la parafernalia de datos, estudios, recomendaciones y anuncios que brindó el Fondo Monetario Internacional la semana pasada en Tokio, hubo un cuadro que pasó algo inadvertido por estos pagos, pero que no deja de ser llamativo. Es el relacionado a la evolución del Producto Interior Bruto (GDP, en sus siglas inglesas) durante el próximo lustro, porque señala tres cuestiones muy a tener en cuenta.
La primera es que ya a finales de este año, el grupo denominado Developing Asia, que engloba a 27 países de ese continente, China e India incluidos, superará por primera vez en PBI a la suma de los 17 países de la Zona Euro.
Las otras dos ocurrirían al final del período, en 2017, y lo digo en potencial porque ya sabemos, y la Historia lo demuestra, que los pronósticos del FMI pueden cumplirse… o no. Pero si todo transcurre como ellos afirman será la economía china, sin necesidad de sus vecinas, la que alcanzaría a Europa. Y a su vez, el grupo de los Developing Asia superaría nada menos que a Estados Unidos.
Es decir, que el futuro definitivamente se empezará a ver con los ojos rasgados y teñido de amarillo. ¿Será una señal de mala suerte?