A primera vista nadie la calificaría como una película de acción, ni de amor, ni de suspenso, ni de terror, ni de misterio. Pero eso solo ocurre a primera vista.

La Educación Prohibida, una documental de Germán Doin y Verónica Guzzo, tiene todo eso y mucho más: ternura, emoción, historia, filosofía, pedagogía, psicología… Tiene momentos de terror, de suspenso y de misterio, pero sobre todo mucho, pero muchísimo amor, y es una llamada, una invitación a la acción.

La Educación Prohibida habla de cada uno de nosotros mismos, porque cada una de nosotras, personas que hemos pasado por las aulas escolares para recibir algo que llaman educación, nos veremos reflejadas en este estudio profundo y enriquecedor de lo que significa enseñar y aprender en todo el ámbito hispanoamericano.

La Educación Prohibida es la mejor película que se puede ver en un domingo cualquiera… pero también se puede y se debe ver en cualquier otro día.

Podría decir que es fantástica, rigurosa, exahustiva, sentimental, emotiva, y mil calificativos más. Pero solo diré que es IN-DIS-PEN-SA-BLE si queremos darnos cuenta por dónde se debe empezar para cambiar este mundo que a algunos tanto nos duele. Dedíquenle la tarde del domingo. No se van a arrepentir.

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