El estreno de los kioscos de prensa en 2013 ratifica lo que decíamos el otro día de la falta de originalidad de la mayoría de los editores: casi no hay provincia española que en alguno de sus periódicos no enseñe la foto del primer bebé de la región nacido en el nuevo año. (Salvo Cantabria, donde hubo que recurrir al segundo, porque los padres del primero, en un gesto que les honra, se negaron a dejarse retratar).
Hubo que hacer esfuerzos para escapar del topicazo, y al hacerlo se descubre una vez más que cada uno pinta la realidad del color que quiere. Los titulares, en general y salvo los que destacan el tema del «abismo fiscal» norteamericano, apuntan a las subidas de tasas y tarifas como tema para abrir el calendario. O cualquier otra cifra o asunto que refleje la intensidad de la crisis. Elijo para ilustrarlo el caso del Mediterráneo, de Castellón, pero hay muchos más por el estilo.
En cambio, la prensa económica «vende» otra cosa. Se aferra al discurso oficial de mejoría a partir de mitad de año e infunde un mensaje optimista. Nadie lo hace con más énfasis que Expansión. El periódico de Unidad Editorial, que ya la semana pasada buscaba razones para la sonrisa, promete empleo multiplicado por treinta.
Esto no es nuevo, pero da la sensación de que vivimos en dos (o más) países a la vez. Nos queda un año por delante para saber qué argumentos son los más válidos.
Uno solo, de eso sí que no hay dudas.